¿Y dejar que tu pasado defina quien eres?
¡No lo acepto, y tú tampoco deberías!
El mundo podrá disfrutar de lo que realmente eres si primero te respetas y amas a ti misma
Imagina despertar sin culpa y conectada contigo misma.
Imagina
Romper los patrones que te limitan
Criar desde la paz
Construir tu propio camino
Creo que todas tenemos el poder de transformar las experiencias dolorosas del pasado
Soy Ana, una mujer como tú
Llegué a este país con una maleta llena de sueños y el corazón cargado de historias. Como muchas de ustedes, también he sentido el peso de las heridas del pasado y el deseo de construir una vida diferente para mis hijos.
Me enfrenté a retos que jamás imaginé
Aprender un idioma desconocido, superar la soledad y confrontar a esa niña interior que aún buscaba amor y validación. Creí que el amor bastaría para sanar, pero la vida me enseñó que primero tenía que amarme a mí misma.
Mi camino como madre me transformó
Cada uno de mis hijos me regaló lecciones que moldearon a la mujer que soy hoy:
- Mi primer hijo, tras sobrevivir a una meningitis, se convirtió en mi maestro del amor incondicional. Su corazón puro me mostró que el amor siempre está presente, incluso cuando no sabemos cómo verlo.
- Mi segundo hijo me enseñó la importancia de los límites. Quise protegerlo tanto que olvidé cuidar de mí misma. A través de su dolor, aprendí a sostenerlo con amor y sin juicios, mientras reconstruía mi propio camino.
- Mi hija fue mi punto de quiebre. Al mirarla, entendí que no quería que repitiera mi historia. Su existencia me impulsó a sanar mis heridas y romper con los ciclos que me ataban al pasado.
- Mi cuarto hijo fue mi recordatorio constante de que no podía criar desde el miedo o el dolor. Tuve que construir un camino desde el amor consciente, convirtiendo mis heridas en herramientas de sanación.
El momento que cambió todo
Recuerdo cuando mi hija me preguntó: “Mami, ¿estás triste porque no me quieres?”
Esa pregunta me destrozó y me despertó. En ella vi a la niña que fui, buscando amor y respuestas donde no las había. Ese día decidí que era hora de sanar, no solo por mis hijos, sino también por mí.
Mi misión está más clara que nunca
Hoy soy psicoterapeuta, madre y mujer. He acompañado a cientos de mujeres latinas a sanar sus heridas y a construir una historia diferente para ellas y sus familias. Mi pasión es ayudarles a romper esos patrones que las limitan, para que puedan vivir desde el amor y no desde el dolor.
Imagina despertar sin culpa, conectada contigo misma y con tus hijos. Imagina criar desde un lugar de paz, dejando un legado de amor para las generaciones futuras. Eso es posible, y estoy aquí para caminar contigo en este viaje.
Juntas Podemos
Sanar es el mayor regalo que puedes darte. Si estás lista para transformar tu historia, te invito a dar el primer paso.
Reserva una consulta conmigo y comencemos a escribir una nueva historia, una donde el amor, la libertad y la paz sean los protagonistas. Juntas podemos hacer realidad ese sueño.
Porque sanar no es solo por ti, es un acto de amor hacia ti misma y hacia las generaciones que vendrán después.
Te espero con los brazos abiertos.
Ana Guajardo Psicoterapeuta | Madre | Mujer
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